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La Homeopatía, ¿Es una alternativa?

Entrar a un nuevo milenio trae consigo cambios de paradigmas. Los niños de esta Era, vienen preparados para enfrentar un mundo diferente al que nosotros hemos conocido, por este motivo nos sorprendemos al ver la facilidad con la que aprenden a manejar las computadoras o a hablar en otros idiomas. Estas capacidades intelectuales sumadas a una gran sensibilidad y percepción de todo lo que los rodea, evidencian el grado de evolución que traen desde el momento de su nacimiento.

Estos locos bajitos, parafraseando a Serrat, están más conectados con su origen y con el mundo inmaterial, tal afirmación se evidencia si escuchamos atentamente sus preguntas sobre Dios, las estrellas y muchos otros interrogantes. Es evidente que se está gestando sobre este planeta un nuevo ser humano, más sensible y conectado con su esencia original. Esperemos que nosotros, los padres de hoy, podamos acompañarlos y guiarlos por este largo camino, sin coartar sus potencialidades y misiones, que por su naturaleza innata poseen.

Para vislumbrar el futuro, debemos comenzar por observar a los niños, que serán los hombres del mañana, quizás esto nos lleve a una nueva compresión de la realidad que nos rodea, logrando de esta forma, aceptar mejor los paradigmas de esta época. Entre estos nuevos paradigmas se halla medicina Homeopática, descubierta por el Dr. Samuel Federico Hahnemann en 1776, muy poco aceptada desde entonces por ser una medicina con conceptos demasiado avanzados para el escenario histórico de aquel momento. Desgraciadamente desde la caída del impero romano, se ha difundido un pensamiento mecanicista que separa y divide, considerando al cuerpo humano una máquina que hay que reparar, convirtiendo el todo en pedazos aislados para comprender mejor la enfermedad. Entonces, ¿cuál es el camino a seguir frente a la realidad concreta que vivimos hoy? Buscar nuevos horizontes, ampliar nuestro ángulo visual y plantearnos nuevas opciones. Actualmente se han reunido bajo el término Sintergética las medicinas que consideran a los seres humanos y a los otros animales como un todo indivisible, gobernado por una fuerza inmaterial denominada energía vital, que se desequilibra cuando el individuo se enfrenta a factores externos o Noxas, tales como: emocionales (Ej: muerte de un ser querido), físicas (Ej: radiaciones solares), químicas (Ej: intoxicaciones), Biológicas (Ej: virus, bacterias, hongos) etc. Estas medicinas son: la Homeopatía, Acupuntura, Ayurveda, Terapia neural entre otras, genéricamente las mal denominadas “alternativas”.

Para los profesionales que formamos parte de la sintergética, nuestro acto médico no es una alternativa, es la forma correcta de llevar al paciente por el camino de la curación, la utilizada en la práctica de la clínica diaria. La medicina alternativa para nosotros es la convencional (alopatía, enantiopatía).

Veamos algunas explicaciones para esto:

La Homeopatía no es una alternativa porque en sus materias médicas se encuentran mas de 3.000 remedios, capaces de curar a muchos enfermos.

La Homeopatía no es una alternativa porque frente a un recién nacido, indefenso , delicado y susceptible la mejor medicina será la mas suave y la que no produzca efectos colaterales.

La Homeopatía no es una alternativa porque frente a un enfermo con un padecimiento crónico de larga data, la mejor medicina será la que pueda acompañarlo a recorrer sus “enfermedades”, hasta llegar a la primera que sufrió, de una manera tan suave e imperceptible como si viese retroceder la película de su vida. Para llegar al fondo de un problema, hay que empezar desde su origen, de esta forma las raíces de la enfermedad arraigadas en el enfermo se liberan, permitiéndole volar hacia la curación.

No es una alternativa porque cumple con el aforismo “Primum non nocere” (primero no dañar), siendo la Homeopatía la abanderada de este principio médico, nuestro maestro S. F. Hahnemann decía: curar de una forma rápida, suave y permanente.

La Homeopatía no es una alternativa cuando necesitamos una medicina que contemple alteraciones por noxas específicas como por ejemplo: Trastornos después de un susto, trastornos después de vacunaciones, trastornos por exposición al sol, trastorno por enojo, trastornos por excesos sexuales, trastornos por temor, etc.

La Homeopatía no es una alternativa cuando un paciente presenta una alteración en el comportamiento que evidencia el cuadro clínico de un remedio homeopático capaz de curarlo por similitud patológica, sabiendo que al darle el remedio que le corresponde por su naturaleza, este lo equilibrará, liberándose de aquellos síntomas que lo alteran y no le permiten tener una buena convivencia con sus congéneres. El remedio homeopático no genera adicciones o efectos colaterales. 

La Homeopatía no es una alternativa, pues encaja dentro del nuevo paradigma que estamos viviendo, acompañando la evolución de ideas y conceptos. Con la incorporación de la física cuántica y demás ciencias que ayuden a explicar razonablemente situaciones que hasta el presente se consideraban “no científicas”, podremos forjar un futuro mejor y mas acorde al mundo que nos rodea.

La vida es cambio, devenir, movimiento y evolución, decidir formar parte de este proceso es una elección personal, pero lo que no debemos olvidar es que aunque deseemos estar al margen de las transformaciones, estas se darán indefectiblemente y caerán por su propio peso, la verdad se hará evidente.

 

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