Solo se prescribe lo que se conoce
Solo se conoce lo que se estudia
Solo se diferencia lo que se compara
Solo se profundiza en el conocimiento cuando nuestra mente está abierta

La Homeopatía es la medicina del individuo, por lo tanto al estudiar los pacientes de una raza específica, debemos conocer el comportamiento propio que tienen en común con todos los demás miembros del grupo, para procurar no tomarlos como síntomas homeopáticos. Sabemos que el remedio elegido para los grupos de pacientes se denomina genio epidémico, el cual está únicamente indicado en las enfermedades agudas epidémicas. Cuando el paciente es llevado a nuestro consultorio no está “solo”, detrás de él lleva el bagaje de una raza (si es de una raza en especial), que lo ha predeterminado genéticamente a presentar ciertas actitudes, deseos, aversiones o patologías específicas. Esta información genética que comparte con los demás miembros del grupo y que lo hacen común o muy semejante a los demás, no es tan valiosa para la Homeopatía; por el contrario, el homeópata busca las diferencias del paciente para encontrar la similitud medicamentosa.

En Homeopatía los síntomas característicos son los raros, peculiares y singulares de cada individuo, en las razas encontraremos síntomas comunes a todos. Los síntomas comunes nos llevarán a darle un mayor peso a los remedios policrestos, debido a la gran cantidad de síntomas que tienen en los repertorios, quedando casi siempre como los mejores candidatos en la repertorización y limitándonos por lo tanto, a prescribir los 30 remedios de siempre. Si repertorizamos los síntomas característicos, estaremos afinando nuestra puntería, así como también dándole la oportunidad de aparición a los “pequeños remedios” que a veces son protagonistas de grandes curaciones.

El remedio constitucional o de fondo es aquel que nos diferencia de los demás. Se llega a él gracias a características únicas y propias de nuestra personalidad que nos separan de nuestros congéneres; asimismo en los perros y gatos se debe procurar encontrar estas diferencias que conducen a descubrir ese tesoro escondido que habita en cada ser vivo.

Cuando en un paciente tomamos los síntomas comunes de su raza, encontraremos el remedio del “Genio racial”, con suerte dicho medicamento puede coincidir con el remedio constitucional, pero en general obtenemos remedios similares que producen curaciones parciales en el mejor de los casos, presentándose comunmente recidivas.

Al estudiar etología aprendemos a no tomar como síntomas aquellos comportamientos inherentes a una especie dada, como por ejemplo, la conducta denominada Flehemen, caracterizada por la siguiente gestualidad: alzar la cabeza, retraer el labio superior y abrir la boca inhalando aire (observada principalmente en los ungulados por su facilidad de retracción del labio superior). Esta conducta se desencadena al oler y tocar con la lengua o la nariz una sustancia determinada, con el fin de detectar las feromonas del ambiente. Los felinos también la presentan siendo importante conocerla para no tomarla como una actitud rara o peculiar digna de ser repertorizada.

Al estudiar Cinología descubrimos la intención y los objetivos que llevaron a crear cada raza, con las correspondientes manifestaciones orgánicas y comportamentales de la manipulación genética artificial provocada por el ser humano. Estas expresiones genéticas grupales sirven para conocer la raza en un estado aparente de equilibrio (Psora latente) pero poco o nada hablan del individuo sufriente, en el que la energía vital se manifiesta a través de síntomas mentales, generales y locales bien modalizados.

Las imágenes medicamentosas son en la mayoría de las ocasiones un gran obstáculo para llegar al simillimum, porque la mente humana es incapaz de contener en su memoria y libre de subjetividades, la gran variedad de medicamentos que se encuentran en las materias médicas. De igual forma crear una “imagen medicamentosa racial” nos aleja de las enseñanzas que nuestro maestro Hahnemann nos legó: “estar libres de prejuicios frente al paciente”.

Si retomamos las frases del comienzo, “solo se prescribe lo que se conoce” y “solo se conoce lo que se estudia” notamos que es recomendable estudiar en profundidad cada raza para no tomar las características comunes como síntomas Homeopáticos.

Nuestra percepción de la realidad es subjetiva, teñida de nuestro propio punto de vista e influenciada por experiencias vividas en el pasado y los conocimientos adquiridos durante muchos años. Cada vez que emitimos un juicio, tomamos una decisión, rechazamos o deseamos algo, están en juego las variables anteriores, por lo tanto debemos ser muy cuidadosos y no dejarnos llevar por lo que ven nuestros ojos, que tan solo pueden percibir la porción de realidad que se manifiesta como imagen y forma en este mundo relativo, donde no existen las verdades absolutas. La imagen medicamentosa que hemos creado en nuestra mente sobre algunos medicamentos puede distorsionar la mirada cuando vemos a nuestro paciente, por lo tanto lo mas conveniente es tomar síntomas objetivos y síntomas característicos bien modalizados. La repertorización de estos síntomas, es la mejor herramienta para llegar al simillimum. Realizar el diagnóstico medicamentoso guiados únicamente por la intuición, nos limita a prescribir basados en la pequeña materia médica contenida en nuestra memoria. De igual manera sucede con las razas caninas y felinas; tenemos imágenes mentales y remedios que encuadran muy bien en ese tipo de características raciales, lo mas fácil es darle uno de los remedios que en nuestro acervo de conocimientos concuerde con el caso, pero este facilismo nos conduce a prescribir el remedio similar que no promueve la curación profunda de nuestro paciente.

La repertorización es de gran ayuda e indispensable dentro del proceso de búsqueda de simillimum, pero es un arma de doble filo si no la sabemos usar. Si tomamos síntomas caracterológicos (que pueden ser subjetivos) o características comunes de la raza, seguramente no estaremos individualizando al paciente. A continuación ejemplificaré este concepto: supongamos que repertorizamos a un perro de raza Golden Retriever y tomamos únicamente sus síntomas raciales mas destacados:

Repertorización

  1. Afectuoso
  2. Dócil
  3. Besa a los niños
  4. Dependiente
  5. Tímido
  6. Baño
  7. Deseo de aire libre
  8. Caliente

Al repertorizar los síntomas anteriores, se demuestra claramente que Pulsatilla cubre la totalidad sintomática y con el mayor puntaje.

Entonces

¿Los Perros de Raza Golden Retriever deberían tomar Pulsatilla?
¿Qué debemos hacer?

Luego de haber planteado las explicaciones anteriores, queda abierta la duda, la autorreflexión y la respuesta, así como también la posibilidad de cambio en cada uno de nosotros.

Lo mas importante de las diferencias de conceptos entre los seres humanos es que nos ayuda a crecer mutuamente, siempre y cuando nos demos la oportunidad de aceptar los diversos puntos de vista, incrementando de esta manera nuestro abanico de conocimientos.